En San Esteban gustan de ver el fútbol en los bares, me imagino que ahora seguirán igual pero sin fumar por lo que “el juanfri” (juan y frida) se parece un poco más al anodino e incómodo Starbucks.
En estos partidos de fútbol se escucha de todo, como en todos los bares de España en ese momento, ya sabemos que aquí todos somos un poco médicos y un mucho entrenadores.
Viendo este verano a la selección, con ese mal comienzo, todos pensamos que ya era el final, y comenzaron las “decisiones técnicas de barra”, que si hay que quitar a fulanito, que menganito ya no vale, que si no se puede llevar a este, que si más delanteros,…
Por encima de tantos expertos sonó una voz que simplemente dijo “tened paciencia, dejar jugar, y que tomen las decisiones los que se dedican a esto”.
Y me hizo reflexionar sobre los parecidos entre un equipo de fútbol y una empresa. Imaginemos que “la roja” es esa empresa X, formada por jugadores que son los trabajadores de la empresa X, estas son mis conclusiones:
- Cuando el equipo gana por goleada, son todos guapos y juegan fenomenal
- Si la cosa se empieza a torcer comienzan los problemas
- Los buenos entrenadores continúan con su plan de juego, quizás con algún cambio, pero la esencia, la misma.
- Los buenos jugadores y entrenadores no se ponen nerviosos, saben que el trabajo bien encaminado en equipo a medio – corto plazo es beneficioso.
- El entrenador se pasa la opinión del presidente por la chilaba, ellos tienen otros intereses y además no conocen a los jugadores, de ellos solo saben su nómina y las camisetas que venden.
- Comienza una tendencia a contratar delanteros resuelve situaciones cueste lo que cueste, porque lo importante es meter goles no?, puede ser, lo malo es que si metes 10 y te meten 11 estás en la misma situación que perder por 1-0, solo que más cara.
- La culpa es siempre de los delanteros, ¡¡ joder, si me han metido 10 y tu hubieras marcado 11 goles…!!
Al final un entrenador tiene que mirar por el proyecto que está formando, quizás no sea para esta temporada, ni para la que viene, ni para la otra, pero es seguro que llegará el momento en el que ese proyecto bien construido comience a dar sus beneficios.
Y si no, que se lo pregunten al Madrid y al Barcelona no?
Y como siempre digo:
“Que cada uno tome lo que quiera, deje lo que sobre, y piense lo que le apetezca”
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